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Parada 1: Torre dels Predicadors (Torre de los Predicadores)

Primera parada

Torre dels Predicadors (Torre de los Predicadores)

Desde este lugar elevado sobre la ciudad de Girona podemos abarcar un amplio radio de visión que llega hasta pueblos vecinos. Los asentamientos humanos a menudo han tenido lugar cerca de un río. Girona no es una excepción ya que la atraviesan cuatro ríos: el Ter, el Onyar, el Güell y el Galligants. Desde este punto unos se pueden ver mientras los otros se pueden intuir.
Desde esta torre podemos situar las cuatro industrias ya desaparecidas que se mencionan en la introducción: Pagans (estaría a la derecha de la iglesia de Sant Josep, en la misma calle Emili Grahit), Industrias químicas y tartáricas, conocida popularmente como “los químicos”, de la que se conserva la chimenea, además de un depósito cerca del pabellón deportivo de Palau Sacosta, Grober y La Gerundense, ambas cerca de la iglesia del Mercadal.

Además de las que no están, desde aquí se pueden identificar muy bien dos industrias más, plenamente activas, fuera del término municipal de Girona. Una es la Nestlé, en Sant Gregori. La otra es la Torraspapel en Sarrià de Ter.

A menudo la química pasa desapercibida porque tiene lugar a una escala muy pequeña, invisible para nosotros. Es la escala nanoscópica. Este nombre hace referencia al tamaño, del orden del nanómetro, (1 / 1000.000.000 m) que tienen las pequeñas partículas de las que está compuesta la materia y que se denominan átomos.
A lo largo de la historia ha habido diferentes teorías para explicar cómo son los átomos. Una de las más comprensibles es la teoría atómica de Bohr. Según esta teoría, el átomo es como un pequeño sistema solar con un núcleo que contiene protones y neutrones en el centro y electrones moviéndose alrededor del núcleo en órbitas bien definidas.

La teoría más aceptada actualmente es la de Schrödinger, en la que se interpreta que el electrón, más que un planeta de este sistema solar que decía Bohr, se parece a una onda.

Este es un buen lugar para hacernos una idea de cómo es el átomo y del tamaño relativo de su núcleo. Si comparamos el átomo de hidrógeno, que es el más sencillo, (ya que sólo tiene un protón en el núcleo y un electrón alrededor) con el lugar donde estamos, y el núcleo fuera una esfera que tuviera el diámetro de la torre, el electrón sería una lenteja esférica que daría vueltas a una distancia aproximada de 500 km.

¿Lo sabías?

Muchos artistas han seguido con interés los descubrimientos científicos y los han transmitido a su obra. Por ejemplo, Salvador Dalí era una persona con muchas inquietudes; una de ellas era la ciencia. A lo largo de su vida, determinados temas científicos le impresionaron, y algunas de sus pinturas así lo muestran. Por ejemplo, durante los años 30 se interesó por las ilusiones ópticas y pintó dobles imágenes, temática que se repite a lo largo de la vida de Dalí.

Los años 40 lo atrae la teoría cuántica de Planck. En la década de los 50 comienza la pintura corpuscular, influido por las teorías atómicas. Entre los 60 y 70 se interesa por la genética, concretamente por la estructura del ADN, y también por el láser, que le lleva a realizar su primera exposición de hologramas y pinturas estereoscópicas. Finalmente, los 80 se centra en el fenómeno de las catástrofes del matemático René Thom.